Las empresas y marcas necesitan recuperar la confianza del público en una situación económica de incertidumbre como la que se está viviendo a nivel mundial. Para ello, deben basar sus estrategias de marketing en dos pilares fundamentales: confianza y transparencia.
La nuevas tendencias y hábitos de los consumidores actuales ha propiciado que tengan nuevos poderes a su alcance para influir en la imagen que transmiten las empresas. Estos nuevos poderes son, sin duda, los medios y redes sociales, que les permiten – a veces, hay que decirlo, con dudosa objetividad o interés- opinar libremente sobre una determinada marca, servicio o empresa.
Ante esto, las empresas deben de adaptarse a este cambio aprendiendo a escuchar y conocer aquello que opinan los propios consumidores en una relación en la que la transparencia y la confianza se definen como los aspectos más fundamentales, teniendo en cuenta que el objetivo es el de consolidar la identidad, reputación e integración de la propia marca manteniendo una buena relación con los clientes.